Roma, la huella de un Gigante

Cuando se habla de Roma como Imperio, se dice que ha tenido la misión de reconstruir o restituir para el futuro una serie de elementos artísticos, literarios, incluso científicos de la cultura helenística. Eso es relativo.

Si bien los elementos de la vieja Roma son en parte helenísticos, también arrancan de la vieja península formas autóctonas, que le dan un aporte original y fundamental. Roma supo unir los fragmentos y fundirlos en un crisol formando una alineación que fue la civilización romana.Roma no es ciudad, no es un lugar; Roma es la luz, la luz potente que ilumina el mundo. Roma recoge de todos los pueblos lo más válido. Muchas veces cuando se habla de Roma se comenten injusticias. Se habla de corrupción, de su decadencia, y es cierto; Roma tuvo grandes corrupciones, Roma decayó... Pero, ¿por qué cayo Roma? Roma cayo porque alguna vez fue algo. Se dice que en el Imperio Romano hubo grandes abismos de inmoralidad. Sí, es cierto, porque también hubo grandes cumbres de honor y ¿Dónde han visto montañas que no tengan abismos a los lados?. Pero también se dice que el humanismo de Roma no estaba basado en intereses pasajeros sino en un Humanismo que vivía en el fondo de la Historia que permitía la concordia, "corazón con corazón". Esas ideas de unión, de Concordia, de fuerza espiritual, son ideas que no mueren; son ideas que cuando son plantadas o enterradas en la tierra, renacen otra vez. Aquellos que siembran las ideas del humanismo y la espiritualidad, aquellos que pretenden sembrar ese sentido de honor que defendía Roma, están sembrando semillas y verán un día cubrirse los campos de espigas nuevas, nuevas semillas de Honor y una nueva fuerza.Roma nos enseña que no es el oro lo que prima, es la calidad del alma, que podemos vencer a los abismos acumulando piedras en equilibrio, que podemos convertir hombres quebrados en seres que tengan fuerzas de llegar a todas partes. Y nos enseño el poder de la palabra, el divino poder de la palabra, aquel "Verbo" del que nos hablan todas las religiones.Roma nos enseña que puede haber una capital del mundo. Nos enseñó que todos los caminos conducen a Roma. O sea que todos los caminos pueden conducir a un centro de fuerza o a un centro Espiritual.